Era conocido en la mitología Inca por sus poderes de relámpago, era conocido por ser un ser irritado. Pertenecía a las deidades complementarias del reino.
Los incas tenían una cultura rica en diversas creencias, adorando a los diferentes dioses que se encuentran en la naturaleza. El dios Illapa, también conocido como Chuqilla, Catuilla o Libiac, es el dios de la lluvia, el trueno y el relámpago, en la mitología Inca, el dios responsable de eliminar la sequía y enriquecer la tierra.
¿Quién era el dios Illapa?
Entre los dioses incas, Illapa era reconocido como el dios del clima, responsable del granizo, los truenos y la lluvia. Se le representaba como un hombre con ropas brillantes, llevando un garrote y piedras, su imponente bufanda representando el trueno, el relámpago fue producido por el movimiento y el brillo de sus ropas y la piedra que contenía el relámpago.
Se dice que el dios Illapa llenó una jarra de agua de la Vía cuando llovía, esto significaba que rompió la jarra con su relámpago y que el trueno era el sonido que se producía cuando su tirachinas enviaba el relámpago.
Rituales realizados en honor al dios Illapa ![]()
En los días de sequía, los Incas tenían entre sus rituales atar a los perros negros sin darles comida ni agua durante varios días, con la intención de que cuando sufrieran, emitieran gemidos, sollozos y aullidos, que llegaban a los oídos del dios Illapa.
El dios del clima, al escuchar estos gritos, se apiadará de los animales y enviará lluvia para darles de beber, evitando así su muerte.
Fue venerado con peregrinaciones a los templos decorados con do, que estaban ubicados en las montañas más altas, y cuando la sequía persistió, se hicieron sacrificios humanos en su honor. Estos sacrificios a los dioses incas siempre iban acompañados de danzas y celebraciones, buscando complacer al dios, en este caso el clima, para que pudiera poner fin a la masiva sequía que devastó todo el lugar.